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La emotiva boda de Cristina y Kike en Torrellano
Hay bodas más grandes y otras más pequeñas.
Hay celebraciones lujosas y otras más sencillas.
Pero todas, absolutamente todas, tienen algo en común: son únicas.
La boda de Cristina y Kike fue un claro ejemplo de cómo el cariño, las amistades de toda la vida y los lazos familiares pueden convertir un día especial en algo inolvidable.
Preparativos llenos de historia y emociones
La jornada comenzó en casa de Kike, donde Cristina acudió para que Teresa, su cuñada, se encargara de su maquillaje.
Mientras tanto, mi cámara no paró: detalles, maquillaje, el traje de Kike… cada momento merecía ser inmortalizado.
Después, Cristina se marchó a casa de su tía para peinarse, y justo en ese momento llegó Kike.
Fotogénico como pocos, posó como todo un modelo, aunque con un toque divertido que hizo las fotos aún más especiales.
Más tarde me trasladé a casa de los abuelos de Cristina.
Allí, mientras ella llegaba, aproveché para fotografiar sus zapatos, su vestido y cada pequeño detalle.
Cuando entró por la puerta, la casa se llenó de alegría: familiares, sus amigas Gloria y Naila, y ese ambiente de emoción que solo se vive en los grandes días.
Una ceremonia de corazón en Salones Saladas
Con todos listos, nos dirigimos al Restaurante Salones Saladas, en Torrellano, donde un amigo ofició una de las ceremonias más emotivas que recuerdo.
Hubo palabras muy especiales de Gloria y Naila, que hablaron de su amistad con Cristina desde la niñez, y también intervenciones llenas de cariño por parte de Teresa, la hermana de Kike.
Tras la lluvia de arroz, los novios disfrutaron de un cóctel con sus invitados, seguido de un banquete lleno de momentos únicos.
Un final perfecto
Aunque el baile se transformó en un “baile-no baile”, la celebración cerró con la misma alegría y complicidad con la que empezó.
Cristina y Kike me recordaron que las mejores historias no siempre se escriben en lugares lejanos o con grandes fastos.
A veces, lo más importante es el amor, las personas y los recuerdos compartidos.
Y ese día, todos esos ingredientes estaban presentes.
Gracias por la confianza ❤️
Gracias Cristina y Kike por permitirme acompañaros en un día tan especial. Gracias por abrirme las puertas de vuestras casas, de vuestras familias y de vuestros recuerdos.
Disfruté muchísimo capturando cada mirada, cada abrazo y cada detalle de una boda tan emotiva y llena de cariño.
¿Y tú? ¿Estás preparando tu boda?
Si quieres un reportaje que cuente vuestra historia tal y como la vivisteis, con naturalidad y emoción, escríbeme. Podemos planificar todo para que no os tengáis que preocupar de nada y podáis disfrutar al máximo de vuestro día.
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Pau Prada 